lunes, 27 de julio de 2009

110 wheeler!!!!

Highway 212, Wyoming

14.00pm Zulu time


El conductor de semejante bestia necesita ir al baño, comer algo, o secarse el sudor provocado por los nervios, vaya usted a saber.

Huge Oversized Truck

Los nueve vehículos de escolta que lleva por delante y por detrás se movilizan para facilitarle la casi imposible tarea de apartarse de la calzada.
Como ayuda extra, dos trabajadores con sendos walkie-talkies, subidos en la plataforma del último segmento del trailer, le orientan en la maniobra.

Ésto no es un camión, ésto es, con perdón, una putada con ruedas, con muchísimas ruedas.

16 ejes y 110 ruedas, ya sé que son más pequeñas de lo habitual, pero sigue siendo una animalada.
La longitud total era de aproximádamente... ¡calle y media!.

Después de ver éste monstruo, me sentí durante todo el día como si llevase un Twingo.

PS. Ésta entrada va dedicada a mi hermano Eladio, y a mi sobrino Ricky (su hijo), auténtico apasionado del transporte, ¡vaya dos elementos!.

martes, 21 de julio de 2009

The Magnificent Seven

Siete cabroncetes, siete despiadados chupasangre, siete malnacidos, siete mosquitos orgullosos del sello "Born in Manitoba" escrito a fuego en el lomo.

Comienza a chispear a eso de las cuatro de la tarde. Decido parar para hacerme un bocadillo en una de las escasas zonas disponibles en la autopista Transcanadiense, allí donde puedo aparcar el camión sin problemas. Casi sobre la línea que divide las provincias de Ontario y Manitoba, en tierra de nadie, repleta de bosques y vida salvaje, incluyendo a algún que otro ermitaño que ha decidido hacerse la casa por la zona, poco más.

Stormy Exit

Por aquello de que llueve ligeramente decido abrir un poco las ventanas para que entre algo de aire fresco y prosigo con mi tarea cortando el pan sin demasiada prisa.
De repente, noto dos punzadas en la pierna derecha, como si me clavasen dos alfileres, echo un vistazo, y allí me encuentro dos mosquitos del tamaño de un San Bernardo realizando una "cata" de mi sangre, tratando de dilucidar mi grupo sanguíneo según el post-gusto.

Doy buena cuenta de éstos dos aprovechados (librazo en el gemelo), cuando siento otro picotazo en el brazo derecho... efectivamente, un rezagado compañero. Elimino a éste tercero y veo, gracias al contraste de la luz interior del camión, que otros cuatro mamones andan dando vueltas pletóricos, festejando tamaña incursión en terreno enemigo, y alborozados ante el suculento festín que les esperaba.

Antes de proceder a la eliminación de la banda de rufianes, corro a cerrar las ventanas para observar con asombro, que debido al tremendo calor exterior junto con la lluvia que empezaba a caer, cientos de mosquitos se agolpaban en las ventanas, buscando un resquicio que les permitiese el acceso a la "Tierra Prometida".

Más de veinte minutos me llevó acabar con el cuarteto de chupócteros, que venían hacia mí en ataques coordinados, con más mala leche que Mike Tyson después de perder una partida de poker.

Comí, descansé, y me aseguré de la estanqueidad del habitáculo, así como de la inexistencia de otros pequeños habitantes.
Perfecto, unas horas más de conducción, cena, y al sobre. Ideal, o eso creía yo... hasta la mañana siguiente.

Me desperté con una picadura en la ceja, dos en dos dedos, justo al lado de la uña, en lo que parecía una revisión del capítulo "Dónde joden más los picotazos", del curso de formación para mosquitos profesionales. Aparte, otros dos más en la otra pierna (la que me dejaron libre los primeros bastardos).
Picaduras enormes de forma alargada que volvían a picar, cada vez más, cuando me rozaba con algo, y lo peor, que el maldito polizón, el octavo del grupeto, se escondía como una sabandija de día, y ha tardado dos jornadas en hacer acto de presencia, sin contar una vez, que mientras conducía, pasó por delante de mi cara con una sonrisa de oreja a oreja, mientras me miraba de reojo diciendo: "¡Nos vemos a la noche!".

Al viajar con Sally (la gata), no puedo echar insecticidas, y cuando fuí a preguntar por una loción antimosquitos allí en Manitoba, el dependiente, al verme con el ojo como el de Rocky Balboa después de su combate final, me dijo: "Hombre, algo hará, pero te aseguro que contra los mosquitos de Manitoba no hay nada realmente eficaz". ¡Toma ya!, ¡orgullo nacional!.

Ayer por fín, encontré a éste endemoniado bicho, agazapado detrás de un plástico al comienzo del salpicadero. Al darse cuenta empezó a lanzar embestidas contra mí (verídico, es para ver a éstos mosquitos en acción), hasta que atrapé su cuerpecillo, hinchado como una bola a base de mi propia sangre.

Así que amiguitos, si viajáis por Manitoba en verano, ya podéis embutiros dentro de sendos trajes de astronauta, porque los famosos insectos de la tierra, les da lo mismo con, sin ropa, con lociones, y lo que os dé la gana.

Hoy, a dormir sin problemas, o eso espero...

domingo, 19 de julio de 2009

Back in Toronto

Hacía más de un año y medio que no pisábamos el centro de Toronto. De hecho, la última vez fue en la fiesta de Nochevieja del año 07/08.

Éste vez, teníamos que pasarnos por el Consulado Ruso para renovar el pasaporte de Inga, así que aprovechando el día libre, pudimos hacer algunas fotos, y dar un paseo por una ciudad... ¡con gente en la calle!.

Dundas with Yonge St Toronto

Centro neurálgico de Toronto. Dundas con Yonge Street, la que supuestamente es la calle más larga del mundo, con 1.884 km., pero lo cierto es que depués de 56 km., hay varios cambios de nombre, puentes, se convierte en carretera... así que es más una antigua leyenda que otra cosa, a pesar de que llegó a estar incluída en el Record Guiness.

Ya sé que suena tan normal, pero acostumbrados a ver pueblos y ciudades en los que se utiliza el coche hasta para ir a sacar dinero, encontrarse con una multitud de gente andando de aquí para allá, es casi una novedad.

El caso es que las avenidas de Toronto tienen ese aire a New York, con gente de todo tipo, con movimiento, con muchísima vida.
No solo lo pienso yo, ya que muchas de las películas de Hollywood que se filman hoy en día, supuestamente localizadas en New York, se ruedan en realidad en pleno Downtown de Toronto.

Sometimes I see squares...

Más Yonge Street...

Al final tendré que reconocer que soy un urbanita de cuidado. Para mí, que cuando era niño, ir a pasar la mañana a la Gran Vía de Bilbao, era como dar una vuelta por el mismísimo Manhattan, casi sin darme cuenta, lugares como Paris, Bologna, Nürnberg... han pasado a ser mis preferidos, no por su increíble legado monumental, si no por el ambiente de sus calles.

Rock Variety

Tienda y tendero habituales del barrio.

Sears Yonge and Dundas

El famoso centro comercial "Eaton Centre".

También puede influir que desde que me interesé un poco por la fotografía, uno de mis favoritos es sin duda, Henri Cartier-Bresson, considerado como el padre de la "Fotografía Urbana", pero echando una mirada atrás, el otro día me acordé de la cantidad de clases de secundaria que me salté, por ir a Bilbao y pasarme la mañana dibujando, lapicero en mano, lo que veía por las calles. Así que parece ser que ésta relación "en la sombra", existe desde hace mucho más tiempo del que yo pensaba.

GO Transit and CN Tower Toronto

Una serie de fotos de Toronto sin la CN Tower, es una deshonra.

Giants

En el mastodonte de la derecha está la Embajada Española.

Cambiando de tercio, la anécdota del día tuvo lugar en el Consulado Ruso. Es increíble como dentro de un consulado o una embajada, puede producirse una teletransportación en toda regla.
Se supone que todos los rus@s que había allí están ya más que acostumbrados al comportamiento canadiense, a las buenas maneras, etc... pues amiguitos, una vez más, quedó demostrado que en algunas cosas, rusos y españoles, primos hermanos.

Yonge St

Había tres ventanas, y en el suelo la típica línea que marca el lugar donde debe comenzar la cola de espera. ¡Nada más lejos!.
Esa línea era el centro del semicírculo formado por todos los que allí esperaban, aproximándose micropasito a micropasito, cual muñecas de Berjusa, utilizando a los niños, al abuelo, los codos, las bolsas de la compra (¿¡ein!?), el bolso... para hacer presión en el tumulto.
Las excusas (traducidas por Inga, obviamente), y sin dejar de empujar, de lo más variadito; "es que sólo es para hacer una preguntita...", "que yo ya estuve aquí antes...", "sólo es para dejar un papelito, ¡nada más!", pero allí no hacía cola ni Cristo.
El "sarao" era como para hacer un vídeo... tremendo documento gráfico.

Down in the Corner

Como dijo Inga al acabar: "Joer, por un momento, me han hecho sentir como si estuviese en Moscú". Ya ven, si quieren sentirse como en casa, ¡visiten su embajada más próxima!. Resultados garantizados.

Colorful townhouses

Por lo demás, de vuelta hacia Calgary, y empezando a concretar las más que probables vacaciones en unas semanas por la Madre Patria.

¡No hay croquetas de jamón (...ni chipirones, ni arroz con pollo de mi padre, ni chorizos a la sidra...) suficientes para placar mis ansias!. Lo tenía que soltar.

The Bay Young St

Backbags

¡Un abrazo grandote!

martes, 14 de julio de 2009

2 years blogging

Happy Blogiversary to me!!!!

Hace ya dos años, 150 entradas, y unos cuantos países de por medio, que comenzó éste diário de a bordo, con la intención de mantener familiares y colegas al día, de mis viajes y locuras personales.

De hecho, como soy un desastre para las celebraciones de éste tipo, se me ha pasado incluso el verdadero día, que fue el pasado 12, pero da lo mismo, quería aprovechar, como la mejor de las "Misses" en el momento de su coronación, para soltar la lagrimilla y dar las gracias a diestro y sinietro.

En primer lugar, a la "Hermandad de los culillos inquietos": Lunatrix, Marcoiris y Urban, por compartir inquietudes, indecisiones, perspectiva vital, y por dedicarnos mutuamente algo más que un par de líneas cuando hace falta (y cuando no también).

A Mariano, y a Alex, por haber tenido la suerte y el gran placer de compartir algo de tiempo "real" con ellos.

A todos los que conforman el listado de enlaces de la izquierda del blog, por llenar algunas de mis horas de hastío con textos, fotografías, vídeos, etc... con un toque más personal que la prensa tradicional.

Entre ellos, mención especial se lleva Ignacio (que bien podría formar parte de la "Hermandad" ya mencionada), un tipo fantástico, apasionado de la fotografía y con un talento brutal, que se ha dedicado a cumplir el sueño de mucho de nosotros, pegándose una vuelta al mundo cámara en mano, plasmándolo todo ello de forma sencillamente espectacular.

A todos los que habéis dejado comentarios durante todo éste tiempo, y como no, a la gran mayoría, a los lectores anónimos que llegan desde los sitios más insospechados, como Irán o Taiwan, de los que no sé demasiado, salvo la información que me ofrece Analytics de Google.

A todos vosotros, y por vosotros, ¡que cumplamos muchos más (allá donde sea)!

sábado, 11 de julio de 2009

LA Rock

El otro día charlando con un Californiano de unos cuarenta, rememoramos los tiempos del extinto "LA Rock" o "Rock de Los Angeles".

El "LA Rock", también conocido como “Glam Metal”, apareció en los primeros ochenta, cuando unas pandilla de jóvenes melenudos, cargados con sus estrambóticas guitarras de colores chillones irrumpieron en la escena musical, convirtiendo el barrio de Hollywood en el epicentro mundial del movimiento más divertido, loco y desenfrendado que ha dado el sur de California.

LA Walk of Fame

Cantantes de cardadas pelambreras, maquillados hasta las membranas interdigitales de los pies y semidesnudos, pilotando Ferraris descapotables por Sunset Boulevard cargados con media docena de actrices porno, guitarristas desafiando las leyes de la anatomía y la física disparando solos a la velocidad de la luz, en posturas inverosímiles desde diminutas plataformas flotantes, bebiendo todo lo bebible, y metiendose por la nariz todo aquello de tamaño inferior al de un guisante, consiguieron entre todos y en poco tiempo, poblar millones de hogares por todo el planeta de guitarras con rayas fluorescentes, y transformando a los adolescentes que las portaban, en devotos practicantes del "Shred", estilo más circense que musical, que se extendió más rápido que la fiebre de los "Tamagotchi".

Bandas como "Van Halen", "Motley Crue", "Quiet Riot", “Ratt”... eclosionaron al mismo tiempo y en el mismo lugar, convirtiendo las noches de Los Angeles en una marea humana de miles de fervientes seguidores de fiesta continua, que ataviados con calentapiernas, fulares y bandanas con calaveras, crearon la necesidad de abrir más y más locales donde tocar, escuchar y vivir, la nueva y excitante vertiente del rock recién aparecida.

Capitol Records

En unos meses, cientos de locales se establecieron en las inmediaciones del oeste de Hollywood, dedicados en exclusiva a promover "batallas de bandas", "duelos de guitarras solistas", y a venerar a las bandas locales, ya consagradas mundialmente.

Con más o menos fortuna, las carreras de todos ellos se fueron apagando, y así como comentaba el bueno de Mariano al respecto de Seattle, que de cuna del "Grunge", a pasado a ser la capital "buen rollito-ecologista" del país, pues de aquel "LA Rock" que tuvo lugar casi quince años antes de la aparición en escena de Kurt Cobain, no queda casi ni el recuerdo.

Hollywood Bus

Prácticamente ya no hay locales de rock a la antigua usanza, es decir, sí que hay música en vivo, pero no la cantidad y con la afluencia de público que había en aquellos tiempos.

¿Alguien se acuerda de aquellas colas kilométricas de amantes del Metal, cargados con sus vinilos, esperando cual peregrinos, para la firma de autógrafos de sus ídolos?. Es que claro, con aquellos vinilos, algunos desplegables, había espacio suficiente para dedicatorias y firmas en mayúsculas de toda la banda y los técnicos ya de paso, con rotulador bien gordo indeleble.

¿Dónde narices te van a firmar ahora un autógrafo, en la pantalla del micro-Ipod?.

Hwood & Vine

Por las calles de Los Angeles ya solo caminan, cabizbajos, en su propio mundo, los "Hamburguesaurus Rex" pegados al MP3, escuchando hip-hop, con su enorme gorra a rayas blancas y negras, y el único "movimiento" actual es el del cuerpazo de las "Big Latin Mommas" llevando a los niños a que metan las manos en las huellas de Rock Hudson para hacerse la foto de turno:

-"Hey, Mom!, quién era this guy?"

-"I don´t know, mijito, one of those del cinema, que cantaban and all of this... don´t moooove!!!"

- "Cheeeeeeeeeeeese!!!"(CLICK!!)

La televisión está ahora repleta de "realities" donde los antiguos componentes de aquellas bandas, la mayoría como completos desconocidos, se juntan en saraos similares al "Gran Hermano", mientras intentan desengancharse de alguna de sus muchas adicciones, intentan salir de la bancarrota en la que llevan sumidos años, o en el mejor de los casos, como Brett Michaels, el cantante de "Poison", encerrado en una casa con 20 neumáticas pretendientes, que se pelean entre ellas por llegar a ser su próxima esposa.

Él, por supuesto, las somete a crueles y despiadados test psicológicos como sumar 2 + 2, y otras horripilantes pruebas como peleas sobre el barro, etc... así anda el patio.

LA nights2

Así que Hollywood, aparte de haber perdido gran parte de sus productoras y estudios de la industria cinematográfica, ahora afincados en Vancouver, Canadá, ha dejado que el poco interés que le quedaba, el relacionado con el mundillo musical, se marchitase léntamente. Es lo más parecido a poner un árbol de Navidad en el jardín, a la intemperie, con sus luces, sus bolas, y esperar 10 años para ver que pinta tiene, poco más o menos.

Las calles parecen haber sufrido un cataclismo natural hace poco tiempo, habiéndose restaurado únicamente lo "esencial", el Kodak Theatre (por aquello de los Oscar), el cartel de las letras de Hollywood, y unas cuantas baldosas del "Walk of Fame", el resto como digo, palpables vestigios del desastre.

Es más fácil sumergirse en el Egipto faraónico, visitando hoy las Pirámides de Giza (doy fé), o el "Valle de Los Reyes", que intentar visualizar la magia que tuvo en su día Los Angeles, caminando por sus abandonadas calles.

Míticos clubes como el "Troubadour" sirven ahora para hacer acústicos de bandas que pasan de gira mundial, tipo Coldplay, y hacen una parada por hacer la gracia (y cobrar un huevo y medio de entrada), o conciertos de Diana Krall o similares, todos ellos exhultantes de energía y jovialidad... así que "LA Rock", Rest In Peace.

Hollywood Boulevard

Siempre nos quedará rescatar esos pantalones elásticos nevados, tres tallas inferiores a lo que la Organización Mundial de la Salud recomendaría para un correcto flujo sanguíneo en los genitales, y sacudir las melenas (ahora con entradas, eso sí) al ritmo de "Cum on Feel the Noize".

Hay una serie de cosas que no me gusta nada ver como han empeorado con el paso del tiempo, como si las mejores cosas de hace unos años se fuesen perdiendo, y que junto con las canas que luzco en mi melena, confirman que los 30 años que cumplo en Diciembre, vienen cabalgando sobre la famosa crisis correspondiente.

Resumiendo, que nada queda ya en LA de lo que fué, pero nada, NADA, y para todos los colegas "metaleros" que me estáis leyendo, no me lloréis, que ya sé que en el fondo sois todos unos sentimentales, y al menos, todavía se vende el "Kerrang", ¿no?.

No he podido resistir la tentación de colgar un tema de la más que digna aportación de España al Heavy-Rock de aquellos tiempos, y de paso ilustrar a los lectores no-españoles que se dejan caer por aquí, ¡casi se me saltan las lágrimas, qué grandes!, "Baron Rojo":



METAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAALLLLL!!!!!!

De vuelta a Los Angeles (y no los de San Rafael), os dejo dos vídeos de dos de las bandas más influyentes de esa época. "Quiet Riot", que fueron quienes en parte comenzaron la nueva ola, y "Van Halen", los que posiblemente llegaron más lejos de todos ellos, gracias a una calidad algo por encima de la media del resto de sus compañeros.



El que no cante con ésta canción después de un par de estrofas, es que no tiene corazón...



Ahí tenemos a David Lee Roth pegando sus saltos y gritos habituales, junto con el impresionante buen hacer de Eddie "Metounossolosqueloflipas" Van Halen.

¡A disfrutar!

lunes, 6 de julio de 2009

San Diego and back to Canada

Dejamos atrás Las Vegas, acompañados por una marabunta incesante de vehículos, que regresaban a California ya el domingo por la mañana, intentando evitar el exodo de proporciones bíblicas, que se da lugar cada fin de semana a última hora en la interestatal I-15, entre el oeste de Nevada y el sur Californiano.

Mojave Desert
Desierto de Mojave

Llevábamos arrastrando algunos problemas con el aire acondicionado, que sólo se atrevía a soplar una brisilla templada, pero íbamos tirando gracias al sistema de energía auxiliar, que nos proporciona aire frío (o caliente) cuando paramos el motor.
Así que como en los años 60, ventanas abiertas de par en par, y disfrutando de temperaturas próximas a los 50ºC mientras estábamos en marcha, hasta que... el sistema auxiliar, que hacíamos trabajar de vez en cuando para refrescar el interior de la cabina, dejó también de funcionar.
Por fuerza mayor (imposible dormir o incluso comer a esa temperatura), y como no íbamos mal de tiempo, finalmente llamamos al servicio de asistencia, que nos mandó a un garage de un truck stop, que nos quedaba a una hora de viaje más o menos, eso sí, Desierto de Mojave mediante.

Sally, la pobre, jadeando como un perrillo, se metía debajo de las sábanas intentando mantener una temperatura corporal más baja que la exterior, y nosotros con la sensación de viajar con la cabeza metida dentro de un horno a medio gas.

La visita al mecánico de menos de dos horas fue como un regalo de Navidad. Entrar en el camión, con la que estaba cayendo fuera, y disfrutar de 24-26 grados fue algo orgasmotrónico.

Una vez solucionado ésto, y con Sally de vuelta a sus más felinas costumbres (dormir y roncar patas arriba), llegamos a Otay Mesa, al sur de San Diego.
Descargamos sin mayor problema, y marchamos a recoger un par de cargas de plátanos en los puertos de San Diego y Port Hueneme, ambos al sur de California.

Downtown San Diego

Downtown San Diego (y el cartelito de "prohibido camiones" que tanto me gusta)

Colorful San Diego

Colores vivos por todas las calles de San Diego

Como ahora es necesario una tarjeta de acceso a los puertos de los EEUU (que solicité hace meses, pero que está tardando bastante en llegar), es obligatorio entrar con un servicio de escolta contratado con alguna de las empresas disponibles fuera del puerto.
En el caso de San Diego, no es más que un tipo que va en coche, al que tienes que seguir al punto de carga, y que no te quita ojo mientras permaneces dentro de las instalaciones portuarias.

San Diego suburbs

Vecindarios de las afueras, con sus palmeritas, sus tejaditos rojos...

Sin embargo, en Port Hueneme, ahora recogemos a un conductor que se encarga de manejar el camión dentro del puerto, dejándote antes de entrar en algún restaurante o similar. Cuando acaba de cargar, te da un telefonazo y listo.
¿A qué viene todo ésto?, pues que mientras "Manuel" (nombre verídico) cargaba, nos dió tiempo a pasar un par de horitas en la playa. No está nada mal el sistema, jejeje.

Port Hueneme Beach

Baywatch??

Port Hueneme Beach Parking

Aparcamiento a escasos metros de la arena. Port Hueneme, CA

Port Hueneme Beach Pier

El típico espigón que no falte...

Port Hueneme Lifeguard Cabin

En cuanto a San Diego, no pudimos ver demasiado, pero al menos, no tiene ese aspecto tan lamentable-decrépito de Los Angeles (Californication total). Mucha luz, mejores playas, y mucho "spanglish".
Es curioso, realmente no se dan cuenta de cuando están utilizando español, y cuando inglés. Frases como: "No sé what I´m going to do con eso" son lo habitual, y a tal velocidad, que a veces se hace complicado seguir el hilo de la conversación.

Ventura Overview

Panorámica sobre Ventura, al norte de Oxnard, CA.

Después de cargar en ambos puertos, regresamos sin complicaciones a Calgary, donde coincidimos haciendo nuestro descanso semanal con Roger, y disfrutamos de una de esas tardes que no se dan muy a menudo para los que andamos siempre de aquí para allá. ¡Gracias, Roger!.

California Sunset

Así se pone el sol en California...

Ahora ya, camino de Sioux City, en Iowa, pleno corazón del Medio-Oeste estadounidense.

¡Un abrazo bien grande!

jueves, 2 de julio de 2009

Saturday evening/night in Vegas

No voy a extenderme demasiado, que no voy sobrado de tiempo, pero voy a colgar unas fotos, que aún habiendo hecho una exhaustiva selección, me han salido demasiadas...

Vidilla habitual de sábado por la tarde en Las Vegas, ¡a reventaaaaaa´...!

Sunset over the Strip

Traffic light time Vegas
Turistas clásicos, bikers, raperos, gente de despedida de "todo"...

La Salsa Cantina Vegas

Harley BBQ Vegas

Ventiladores con humidificador repartidos por toda la calle, que se agradecen una barbaridad con los 46ºC que había.

Paris ball

No me canso de la famosa bola del Hotel Paris.

Strip life

The Venetian Tower

Impresionante, el "Venetian".

Balcony man

Wynn Falls

Venetian Gondolas and Mirage

Más fotos con góndolas, cielos interiores y demás, preparadas en la recámara.

¡Un abrazo grandote para tod@s!